09 abril 2009

Tagliatelle (¡fusilli!) a la ginebra


Un plato exquisito y rápido, para cualquier día de la semana.

Ingredientes

La pasta:
250 g de tagliatelle
100 g de salmón ahumado
Para la salsa:
200 ml de nata líquida
2 quesitos El Caserío
1 trocito de zanahoria
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharilla de mantequilla
1 cuchara de pimienta verde fresca
2 cucharas generosas de ginebra
Sal

Preparación

El salmón ahumado lo cortamos en bocaditos finos y lo dejamos aparte, en un platito. La pasta se cuece al dente según indique la caja, con su punto de sal.

Mientras se cuece la pasta podemos preparar la salsa. Con la tercera parte de una zanahoria hacemos láminas muy, muy finas y pequeñitas, y las freimos ligeramente en esas dos cucharas de aceite, sin llegar a tostarlas. Una vez hechas, añadimos la nata líquida, donde ponemos también la sal necesaria, la mantequilla, la pimienta fresca, la ginebra y los quesitos en bocaditos muy pequeños. A fuego medio, removemos constantemente para que se funda el queso y se cocine bien la nata, que debe quedar ligeramente cremosa, nunca como una sopa.

Bien escurrida la pasta, esparcimos por encima el salmón y vertemos la salsa de ginebra por encima. ¡Y a comer rapidito, que se pasa!

Bon apetit :)

PD: La foto la saqué un día que preparé fusilli, porque no me quedaba otra cosa. Pero más apropiado son los tagliatelle.

10 enero 2009

Tarta de Zanahorias

He aquí la tarta que hice el pasado Halloween (tenía el artículo preparado desde noviembre, pero no podía descargar las fotos de la cámara por un pequeño inconveniente técnico que implicaba la batería, el servicio de atención al cliente del Mediamarkt, mi despiste congénito y varios factores más). Ya que este año tampoco he vaciado una calabaza, decidí hacer un postre con tinte anglosajón. Así que recopilé varias recetas de tarta de zanahorias, las mezclé, añadí algunas especias y algún toque personal y salió esto:

De Halloween pero con jet-lag. Con muuuuucho jet-lag.

Estaba deliciosa. Aunque sí os advierto que no es precisamente una tarta ligera, de modo que quizás os convenga hacer sólo la mitad de la cantidad. Detallo a continuación el modus operandi:

Mezclamos con la batidora:
  • 1 taza de azúcar moreno
  • 1 taza de aceite de girasol
  • 4 huevos
  • 3 zanahorias ralladas muy finas
Sobre esa mezcla, tamizamos:
  • 2 tazas de harina
  • 1 sobre de levadura química
Por último, vamos añadiendo mientras batimos:
  • 125 g de almendras molidas
  • 1 cucharadita de sal
  • 2 cucharaditas de canela molida
  • 2 cucharaditas de gengibre fresco, rallado
  • 2 cucharaditas de zumo de limón
  • 2 cucharaditas de licor (por ejemplo, ron)
Ponemos la mezcla en un molde (engrasado, o forrado con papel vegetal) y horneamos a 180 ºC durante unos 45 minutos.

Para la cobertura, mezclamos:
  • 225 g de queso mascarpone, a temperatura ambiente, previamente ablandado
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 2 cucharadas de mantequilla o margarina
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
Cubrid la tarta con esta crema, así:


Y no olvidéis compartirla con los toledanos y las mataharis de vuestro entorno: os aseguro que quedarán encantados.