18 julio 2007

Cómo hacer el peor potaje de garbanzos sevillano del mundo

Siga atentamente las instrucciones:
  1. Ponga en remojo garbanzas de calidad durante un día entero.
  2. No vaya al supermercado a comprar tomate, cebolla, ajo ni chorizo.
  3. En una olla vierta un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra. Añada dos pimientos asados grandes, un trozo de puerro medio seco que encuentre abandonado en el frigorífico, una hojita de laurel, una pizca de pimentón molido, otra de comino molido, las garbanzas escurridas y sal. Cubra con agua y ponga a cocer.
  4. Retire del fuego (unos cuarenta minutos después si usa olla rápida) y váyase al gimnasio, póngase a trabajar o duérmase una siesta, cualquier cosa antes que abrir la olla y comprobar el grado de cocción de los garbanzos.
  5. Ya tarde por la noche, abra la olla y compruebe que los garbanzos han quedado un poco duros.
  6. Saque los avíos (en este caso, los pimientos y el puerro), tritúrelos con el pasapurés y vuelva a añadirlos sobre los garbanzos. Aparte la hoja de laurel. Vuelva a poner la olla al fuego, esta vez descubierta.
  7. Vaya a sentarse delante del ordenador y abra un blog para contar sus experiencias culinarias. No se levante de la silla hasta que perciba un delicioso olor a quemado proveniente de la cocina.
  8. Saque los garbanzos que aún son comestibles, póngalos en una cacerola con un poco de agua y devuélvalos al fuego. Recuerde que aún tiene la esperanza de que algunos queden tiernos.
  9. Vuélvase al ordenador y escriba una entrada tal como ésta. A ser posible, no queme el guiso una segunda vez. Si es que quiere que quede algo que probar, claro está.


¡Buen provecho!

3 comentarios:

Gata Vagabunda dijo...

Será un atentado culinario, pero mira, parece que alimentan, ¿eh?

amelie dijo...

jisjisjsijsisjiss esto tiene que hacer una masa en el estomago pa quitar el hambre durante unos dias!!!y que quereis que os diga...al fin y al cabo, es de lo que se trata. me encanta el blog, nenas!muacs!(igual asi hasta aprendo algo,jejeje)

Oyros dijo...

Cuando hay hambre, mejor rescatar un poco de comida que irte a dormir de vacío.